Abdeslam es uno de los vecinos del barrio de Jnane Aztout de Larache donde estuvímos trabajando un grupo del posgrado.
Su hospitalidad y amabilidad hizo posible que pasara unos días con él y su familia con los que aprendí imnumerables cosas que desconocía de la cultura árabe.
Cuando me despedí de ellos, les dije que en un futuro próximo iría a visitarlos…Abdeslam me contestó tan sólo con una palabra, una de las más bonitas que he escuchado en muchos años…suena a suavidad, a cercanía, a amistad y es el antepasado directo de nuestro «ojalá»….es inshallah.