A veces es necesario ser un poco ingenua para seguir adelante o simplemente creer que todo puede ocurrir si lo deseas con todas tus fuerzas. Eso me sucede con este tema del grupo colombiano Aterciopelados.
La letra es todo un canto a la felicidad, al optimismo, a las ganas de vivir por encima de todo, a recomponerse y alzar el vuelo aunque la tormenta, las desilusiones y los avatares de la existencia nos amenacen, sobre todo, en estos tiempos que corren donde priman individualismos aterradores, amistades falseadas, insensibilidades varias, profundas inestabilidades, en definitiva, una deshumanización galopante en la que es mejor no pensar demasiado.
Me quedo con el mensaje casi naïf de Que te besen…la oiré cuando el nuevo año comience y me la creeré, a ver si el sortilegio musical se cumple.
Os deseo todo lo mejor, queridos lectores, que para los que no somos supersticiosos, ese número que a tanta gente no gusta, nos traiga salud, amor, estabilidad y paz.
Besos y hasta el año que viene.